¿Quiere hacer cambios en su vivienda? ¿Cuánto tiempo va a permanecer en ella? ¿Es un capricho o son cambios que le aportan a la utilidad del hogar? Esas son algunas preguntas que debe hacerse antes de invertir dinero en remodelar su casa, para evitar que derroche sus recursos o al menos sea consciente de que estas inversiones no serán valoradas comercialmente o por un potencial comprador.
Lo más importante, dijo Federico Estrada, gerente de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia, es que las adecuaciones “sean acordes con la vivienda y el segmento del mercado donde esté ubicada. Cuando las especificaciones de los acabados superan el estándar de los de las viviendas de las mismas características, dejan de reflejarse en el valor”.
Hay que apostarle es a la “actualización de los acabados”, dijo el avaluador Santiago Palacio. “Si es un inmueble que ya tiene varios años de construcción será bien valorada su renovación”, agregó.
De hecho, las inversiones en este tipo de adecuaciones no deberían superar el 20 % del valor comercial del inmueble pues, lo usual, es que en estos casos “perderá la inversión debido a que a la hora de ponerlo a disposición el comprador difícilmente reconocerá el costo real de la remodelación”, aseguró el avaluador Francisco Ochoa.
En línea con lo anterior Ochoa recomendó: “hay que ser consciente sobre el estrato de la vivienda para no exagerar en las mejoras que se quieren hacer y para que en momentos de una venta se recupere algo de la inversión”.
Además, es relevante considerar que ante un mayor poder adquisitivo, más que la remodelación de vivienda, la preferencia es el cambio del inmueble por una mejor ubicación. El año pasado aumentó el pago de vivienda propia de 4 % a 5 %, según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida señaló, y la intención de compra, pese a que se desaceleró, sigue en positivo de 5 % para Medellín, según Fedesarrollo.
Un poco de cabeza fría
¿Qué tanto aporta la adecuación? ¿qué tanto va a permanecer en la vivienda? Ambas respuestas le servirán para evaluar si está pensando en un cambio que le va a servir en el largo plazo.
Esto ocurre con personas que quieren ampliar o dividir habitaciones; esos cambios son tan subjetivos que es usual que terminen por afectar la percepción de un comprador frente a ellas, pues “son cambios o reformas personalizadas que pueden no ser atractivas”, recalcó Ochoa.
Según el avaluador Palacio, “los acabados de un inmueble dependen mucho de los gustos de las personas. Una premisa es que entre más particular se haga un inmueble más exclusivo es y eso termina por limitar su venta”.
Ochoa expresa que la utilidad es un factor importante a considerar: las gavetas de la cocina, comodidad en los sanitarios de los baños, o incluso la división entre la ducha y el sanitario (ver Informe).
Evite a toda costa tocar las fachadas de manera radical, y tenga en cuenta que una persona que está buscando su nuevo hogar será difícil que pague un sobrecosto de 20 % en la vivienda por adecuaciones.
Recuerde que todo lo anterior supone “un buen mantenimiento del apartamento y que sus acabados estén en buen estado”, afirmó Estrada. Es decir, que se debe cambiar la pintura, por lo menos cada dos años y cuidar el estado de los pisos, gavetas, baños etc.
Fuente: El Colombiano